sábado, 25 de agosto de 2012

Cuento de verano



Lodoy y Muchofría la Montañosa son dos pueblos próximos. Echas unos pasitos y te plantas de un pueblo en el otro.

Hay armonía entre su reducido vecindario hasta el punto que los ediles son familia.

Cuando llegan las fiestas patronales no es raro ver a los de Muchofría la Montañosa colaborando en los actos del pueblo de Lodoy y al revés. Incluso unos y otros participan, pagando la inscripción correspondiente en los diferentes entretenimientos populares que se organizan.

 Hasta ahora nadie de Lodoy había ganado al guiñote el primer premio, dos jamoncillos del Villar en el campo contrario de Muchofría la Montañosa. Y es cuando se detectan los celillos, hasta el punto que según me han contado las tordas y grajillas de la zona, los organizadores de Muchofría la Montañosa están pensando en cambiar las bases, de cara a las fiestas del año que viene, y hacer que el campeonato sea sólo local, de esta manera nadie de Lodoy podrá participar y llevarse los dos jamones del Villar.

 Igual si hubiera pasado al revés, ahora el cuento tendría otro final.

Por cierto hoy, a esta hora los que aún permanecen por Lodoy, están metiéndose entre pecho y espada uno de esos jamones del Villar compartiéndolo con todos los que se den cita en lo que llaman la Secretaría. 

¡Qué aproveche!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ja,ja,ja,ja, la historia aun seguía porque los de Muchofría la Montañosa vinieron a Lodoy a quejarse personalmente de que se estaba criticando a Muchofría por contar lo acontecido en la entrega de los ganadores de estos juegos populares. Lo siento señores de Muchofría pero como ya les dije personalmente así fueron las cosas y asi las conté, y yo no había ganado nada.

Un saludo
Ruth Jiménez (antigua casa Fidela)