Llevo dos meses intentando escribir este díptico
y, la verdad, no sabía muy bien por donde empezar, porque... ¿qué escribir
sobre las mujeres que no se haya dicho ya? ¿Qué novedad sobre este tema podría
aportaros? ¿Qué historia o anécdota relataros que no conozcáis?
Podría contaros, sin irnos muy lejos, cómo
vivieron nuestros antepasados, nuestras abuelas, nuestras madres, cómo era su
vida en estos pueblos, qué duro era su día a día. Podría seguir y contaros cómo
hemos evolucionado hasta hoy, la mejora de nuestra calidad de vida, todos los
derechos que hemos conseguido. Podría continuar y relataros lo valiosas que
somos, lo mucho que aportamos a nuestra sociedad, en el pasado y ahora, cómo
hemos llegado a ser superwomans (aunque yo creo que siempre lo fuimos). Podría
intentar sorprenderos diciendo lo poco que a veces nos apoyamos unas a otras y
también lo mucho que lo hacemos en otras ocasiones. Podría personalizar y
hablaros de mujeres importantes que hicieron cosas importantes por nosotras y
podría hablaros de mujeres anónimas que también hicieron cosas muy importantes
por nosotras. Podría ir un poco más allá e increpar sobre la violencia de
género, el maltrato, la opresión que sufren a diario mujeres en otras partes
del mundo. Podría ponerme matemática y debatir sobre estadísticas en las que
aparecemos cada vez más en puestos directivos, en cargos políticos, destacando
en las mejores universidades del mundo...
Pero después de mucho pensar sobre cual de estos
puntos sería más interesante abordar he decidido que no me apetecía escribir
sobre nada de esto y que lo quería contaros era mucho más sencillo y cercano.
Tan solo quería transmitiros mi sentir en este día de hoy: lo bonito que me
parece que por undécimo año consecutivo nos juntemos aquí, este año en Nódalo,
todas las mujeres de esta comarca de Soria; que tengamos ganas de reunirnos, de
charlar, de bailar, de celebrar que somos mujeres y que estamos orgullosas de
serlo. Lo maravilloso que es que seamos capaces de comprender que nos
necesitamos unas a otras, más en estos tiempos que corren y en estos pueblos
tan pequeños. Animaros a que sigamos tendiendo la mano a nuestras vecinas,
compartiendo un limón, una paellera, una partida de cartas o un rato de
conversación. En definitiva, que sigamos respetándonos y admirándonos unas a
otras.
Eso, hoy,
22 de Septiembre de 2012, después de mucho reflexionar, es lo que sentía que os
tenía que contar. Sobre todo lo demás, hay escritos muchos artículos, la
mayoría de ellos con datos, mucho sentido común y buen criterio. Podéis
encontrar infinidad en Internet. Sobre esta reunión de hoy, intrascendente para
el resto del mundo, valiosísima para nosotras, ahí queda esto.
Gracias a todas por venir y disfrutemos lo que nos
queda del día.
Felicidades Maribel.
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