sábado, 3 de octubre de 2015

Reflexiones


Atrás quedó el verano con sus fiestas, esos saludos a los foráneos que somos casi todos y ese pulular, al atardeccer, de sus gentes por los caminos, que seguro que a estas alturas se echa a faltar.

Atrás quedó ese Fuenteovejuna.

Ha llegado y se ha pasado San Miguel, casi en desuso, sin actos que dejen entrever que fue la fiesta más importante de nuestro pueblo durante generaciones y generaciones y llega el otoño, ese otoño que da paso a una nueva etapa más tranquila y monótona que empieza a adormecer la actividad de esos pueblos que como el nuestro se inundan con la falta de vida y que parece ser que a muchos de nuestros políticos no les importa.

A la espera de que todo nos vaya de maravilla, os deseo un buen paso del tiempo. A cuidarse.

1 comentario:

Unknown dijo...

ESTE FINDE HE ESTADO EN NAFRIA LA LLANA Y NODALO. EL PAISAJE Y MONTE PRECIOSOS PEFO GENTE CERO.