Tiempos tranquilos. Quietud ante los días que preceden a la Navidad. Demasiada parsimonia. Las calles más solitarias que nunca se aburren y tratan de decirnos algo. Que la vida sigue, que ellas han sido testigos de lo acontecido en muchas generaciones anteriores y que hemos de ser positivos, que ya llegará la primavera y que como dijo Chaplin, no nos hemos de olvidar de sonreir porque el día que no lo hacemos es un día perdido.
Yo tengo la sensación de que ya he perdido muchos. Que no os pase a vosotros lo mismo.
Con Dios
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