
Ya ha pasado la Navidad y la rutina se vuelve a acomodar haciéndose un huequecito entre nosotros. La lluvia se ha hecho presente estos días por las callejuelas, y el barro por los huertos. Los gatos hambrientos muy pendientes de conseguir algo de comer. Frío. No he visto salir humo de la chimenea de Ruth. Espumillones y adornos en los pinejos de la casa de Damián. El pino de Fortu estos días estaba triste y cabreado, se han olvidado de tunearlo. Pocos síntomas más que delataran a estas fiestas. Han transcurrido y ya está.