Ha muerto Vitorino.
Siempre resulta penoso el perder a quien
quieres. A veces tienes tiempo de poder hacerte a la idea; otras, como es el
caso, al ser de manera tan contundente e imprevista, cuesta todavía más.
Pero es la vida y es la
muerte.
En el momento que nacemos
sabemos que ya estamos un poquito más cerca de ella y que en cualquier momento
nos puede sorprender.
Desde estas líneas quiero acompañar a Vitoria y familia en estos
duros momentos que seguro les está
costando asimilar, deseando, que ese gran nubarrón que se ha quedado a vivir
entre Nódalo y Nafría se disuelva de una vez por todas.
Un abrazo y adelante.