sábado, 24 de enero de 2009
Nódalo y sus gentes
Nódalo aguanta desde hace años el problema de la despoblación. Y digo que la aguanta porque su población, aunque reducida continúa siendo estable. Viven más de los que están empadronados, y pernoctan algunos días de la semana los mismos de siempre. Por allí siguen bajando el Antonino, el Tuto, el Antonio, el Mariano, los Agapitos, el Emilio, alcalde pedáneo, controlando el tema, su hermano el Saturio y otros que aumentan un poco esas gentes que suele estar de continuo, el Félix y la Julia, el Martín y el Damian y Sra. Echo de menos al Aurelio, que seguro que desde su atalaya en el más allá controla que en las paredes de su huerto no se hagan portillos.
Como veis a todos les he puesto el artículo delante, porque a los de mi pueblo los llamamos así. Antes era el tio tal o el tio cual, ahora vamos modernizándonos.
El pueblo en si es pequeño pero coqueto. El alcalde desde un principio lo tenía más que claro, lo quería cuidado, adecentado, con las calles sin barro, sin casas semiderruídas o caidas del todo y ya lo creo que lo ha conseguido, amigo Emilio seguro que te echaremos a faltar cuando dejes el cargo. Imagino que tus dolores de cabeza habrás tenido, sobretodo a la hora de tomar alguna de esas medidas impopulares como el hacer casi desaparecer los poyos de las entradas de las puertas, esos poyos de toda la vida, o el invitar a desescombrar todas esas casas en ruinas que daban ese aspecto tan dejado. Por cierto a mí personalmente me gustaba más la fuente tal y como estaba antes, joer ahora con la remodelación te las ves y te las deseas para llenar bien el botijo sin que entre agua de la pila por el pitorro más grande. Se puede calificar tu trabajo en general con una muy buena nota.
Por lo demás mucha tranquilidad, allí como ya he contado en alguna ocasión, el tiempo cunde una exageración, no os podéis imaginar la cantidad de cosas que se pueden hacer en tal solo una tarde.
El clima, si nos olvidamos de estas últimas nevadas, es más benévolo que en Soria capital, siempre se ganan unos dos o tres grados y si ya te metes por el monte hay días que hasta te sobra la pelliza.
A ver si va mejorando el astro y os deja plantar los ajos. Seguro que el amigo Simón tendrá ese huerto ya más que preparado.
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1 comentario:
Hola Javier, nos encanta este nuevo blog.
Tu pueblo se ve muy bonito,seguiremos visitandolo, aunque sea virtualmente y algun dia intentaremos ir, y acercarnos a la Laguna Negra, que todavia no hemos tenido ocasión de visitar.
Las fotos, sobre todo las antiguas son una pasada.
Hasta pronto.
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