Un año más. Ya hemos celebrado nuestras fiestas patronales de San Lorenzo. A pesar de caer entre semana han estado bastante concurridas. La excusa de la fiesta hace que Nódalo sea cada año punto de encuentro entre todos aquellos que tenemos vínculos con el pueblo.
Ha habido diferentes actividades que por repetitivas cada año no pierden ese interés de participación. Se ha disfrutado con la tanguilla y los bolos que este año han tenido la novedad de introducir la categoría masculina y femenina, en esto de la paridad como veis ya nos hemos puesto al día.
No podían faltar esas partidas de guiñote que hacen que algunos pongan tanto interés que el perder les puede suponer hasta algún disgustillo.
En esta ocasión, el nuevo alcalde, ha otorgado diferentes y variados premios donde las estrellas han sido esos jamones y esos cuchillos afiladores.
Cómo acto más solemne, la procesión y la misa, y después esa subasta de roscas que años anteriores ya se había suspendido. Como más concurrido la comida de hermandad, allí estábamos todos y todas dando buen recaudo de esos entremeses y esa paella de marisquito. Sirvió también para la presentación del nuevo y flamante alcalde, tanto del pueblo como de Golmayo.
Las verbenas han estado muy concurridas, para la Orquestina no ha resultado difícil animar a los presentes. Si una cosa tenemos la mayoría es que enseguida participamos en todos los bailables ya sean rancheras, valses, pasodobles o el chacachá del tren. Esa mezcla de juventud y experiencia y ese bien hacer a pesar de las dificultades que siempre entraña el terreno permite esa magnífica animación cada día hasta altas horas.
Como cronista quiero, por una banda, felicitar al nuevo alcalde, al que no le ha temblado nunca la mano con el micrófono, siempre pendiente, aunque en todo momento ha tenido al personal entregado y no le ha faltado esa colaboración desinteresada de casi todos, cómo debe ser.
Por otro lado, y aunque me cuesta, el criticar lo que se ha comentado en los diferentes corrillos, que han sido esos celos demostrados por determinadas personas que ponían de manifiesto con su actitud, ese deseo de que hubiera algo que no saliera tan bien. Pelillos a la mar.
Y como la vida continúa estamos todos citados para el próximo Domingo donde se montará otra meriendita.
Os dejo unas fotos. Clicad.