lunes, 14 de julio de 2014

Nódalo, mi pueblo

Os dejo el escrito completo que envié al Ayuntamiento de Golmayo y que han transcrito en parte dentro del programa de fiestas de las Camaretas. Iba acompañado de diferentes fotografías que por cuestión de espacio no han publicado.

Nódalo, mi pueblo

Me siento orgulloso de ser de Nódalo. No es por presumir. Si paras a echar gasolina o tomar un cafelito en la Venta Nueva, a tan solo tres kilómetros dirección Almazán se encuentra mi pueblo. Haz una escapada. No te arrepentirás.

Verás un pueblo cuidado. Verás un pueblo pequeñito pero coqueto y adecentado,  estancado en un colorido valle.

Lo primero que te llamará la atención es que como en Hollywood, en lo alto del Robedillo verás escrito con blancas piedras su nombre.

No hace falta que vayas muy abrigado, su clima es más benévolo que en Soria capital, en pleno invierno siempre se ganan unos dos o tres grados y si ya te metes por el monte hay días que hasta te sobra la pelliza.

A veces pienso que es un lugar mágico, allí parece que el tiempo se detiene, no os podéis imaginar la cantidad de cosas que se pueden hacer en tan solo una tarde.

Tenemos de todo, hasta río. Es el rio Sequillo, que nace en un paraje llamado Amagrales de la Mallona y el Recuenco de las Fraguas y se junta en el Calzadillo para ir a parar a uno de los  lavaderos de Nódalo, hoy lleno de taramocos y antaño lugar de reunión de nuestras madres y abuelas. Incluso ahora no es complicado imaginárselas haciendo la colada de esas pesadas sábanas blancas de algodón.

Rodeando el pueblo tenemos un monte de carrasca, encina y enebro que genera junto con los espliegares y el tomillo un aroma que para sí quisiera el mejor ambientador del mundo. Por la primavera las laboriosas abejas son las máximas privilegiadas.
  
Si te encanta el románico, dedica unos instantes a ver nuestra iglesia edificada en honor a San Miguel Arcángel, entre el siglo XII y el XIII.

La pena es que allá por el año 1963 y debido al terreno en el que fue edificada se desmoronó el ábside donde se encontraba un cuidado retablo. Todas las imágenes, incluida la Virgen de Lourdes, las guardaron en la escuela.
Y, como dicen por estos lares, las desgracias nunca vienen solas, un mala noche, hace ya más de cincuenta años, la maestra se dejo la estufa de leña encendida y acabó toda la escuela en llamas, destruyendo todos los iconos que se habían guardado allí.

Aún sin destacar como la de Nafría la Llana, sí que te encontrarás en su portada cuatro arquivoltas de medio punto, la primera, la tercera y la cuarta se apoyan en pilastras escalonadas y la segunda en columnillas que se elevan en un pequeño podio, si te fijas con más detalle verás que sus capiteles son figurados.

Y si tienes la suerte de ir un día que haya misa, que no es fácil, fijaos en la pila bautismal de la sacristía. Una joya. Tiene forma hemisférica, y decorada con bocel en la embocadura, seguido por una cenefa con tallos con forma de olas. La encontraréis un poco triste, ya que ninguno de los párrocos que hemos tenido en los últimos veinticinco años ha encontrado una excusa para verter agua en su interior.

Donde sí que encontrarás agua, es en la pila aguabenditera, sí,  esa que se encuentra a la entrada de todas las iglesias y en la que nos mojamos ligeramente los dedos antes de santiguarnos. Su cavidad tiene forma de capitel con decoración vegetal. Tiene una ornamentación a base de de hojas pareadas muy salientes. Aparecen también representaciones de cabezas humanas y de animales.
No creáis que se trata de una pila cualquiera, pensad que fue expuesta en la exposición de las Edades del Hombre que se celebró en el Burgo de Osma, ¡Ay es nada!

La iglesia, por lo que expuesto antes, carece de gran retablo pero sí que podemos encontrar la imagen en bajo relieve de San Lorenzo, rescatada de la derruida ermita que había en los Prados y que ha sido restaurada con todo detalle por un hijo del pueblo, Miguel Ángel López Marcos, arqueólogo conocido universalmente sobre todo por la recuperación del Egipto colosal destruido en el año 27 antes de Cristo.

Y ya que estás aquí alza la vista, observarás su campanario, con sus dos robustas campanas, que cuando más se hacen notar es por la fiesta patronal de San Lorenzo. La del vano izquierdo está dedicada a San Martín. Se fundió en el año 1842 y la que está colocada en el vano derecho se le llama la de San Miguel Arcangel, la fundieron Marcelino y Narciso Güemes en el año 1896, y pesa 130 kilos. ¡Cómo para cargárnosla al hombro!

Cierra por un momento los ojos e imagina sus tañidos, que avisaban que alguien había muerto; que se había declarado fuego en el pueblo, como cuando se quemó la escuela;  a “hacenderas”, si había que ir a segar la hierba para el toro, a arreglar la Calzadilla, a quitar hierbas de la Senda o a preparar esos arcos triunfales que se colocaban en las entradas del pueblo cuando nos venía a ver  el obispo.
Al menos entonces la gente, aunque sólo fuera una mañana arrimaba el hombro para conseguir mejoras comunitarias, ayudaba a mejorar las relaciones personales que a veces buena falta hacían.

Si todavía no has abierto los ojos es posible que oigas los balidos de las ovejas, que con toda seguridad no sabrás si son blancas o negras.

Los de Nódalo aprovechamos cualquier motivo para compartir, para reunirnos en torno a una buena mesa y un buen mantel. Ahora será un poco más difícil ya que no está entre nosotros Damián, el gran dinamizador de muchas de las reuniones culinarias que hemos hecho en el pueblo.
 Si llega Semana Santa, pues como por las Cataluñas, una buena calçotada, este año ya en su cuarta edición.
 Si la cosecha del garbanzo ha sido esplendida, pues un buen cocido para todo el pueblo.
 Si llega Navidad, una cenita con las doce uvas aunque sea el día de los Inocentes.
 Da gusto. A veces sólo hace falta estar sentado en el puente, siempre hay alguien que saca unas cervecitas y lo que se preste.
Cómo veis no hace falta que sea fiesta, cualquier excusa es buena.

Y hablando de fiestas, ¡Qué recuerdos! Cuando despierta la primavera, San Baudelio, el 20 de mayo.
Curiosamente yo siempre he oído decir eso de “es 20 mayo”, casi nunca es San Baudelio. 
Según cuenta la leyenda a San Baudelio se lo encontraron en un risco del Hocino, en Nódalo, diciendo que venía del pueblo de Casillas.
Se enteraron los de Casillas y se lo quisieron llevar;  pero él no quiso marcharse. Dice la tradición, cosa que no es cierta, que desde entonces los dos pueblos están enfrentados, ya que los de Casillas decían que se lo habían robado.
Por eso la ermita de San Baudelio está en Casillas, cerca de Berlanga, que por cierto, se le considera la Capilla Sixtina del arte mozárabe, y el Santo, o mejor dicho, una reliquia del Santo, en Nódalo.
Me vienen a la memoria unos versos que hacen referencia a lo que os he relatado:

San Baudelio bendito,
de Casillas has venido
en una burrita ciega,
a las piedras del Hocino.
Hoy se aprovecha el día para bendecir los campos.

Además de esta festividad celebramos el día 29 de Setiembre, San Miguel y el día 10 de Agosto nuestras fiestas patronales en honor a San Lorenzo. 
Anualmente se preparan diversos actos entre los que destacan la procesión con el santo, la comida de hermandad y las grandes verbenas, no os olvidéis que tenemos la fama de ser los más bailarines de la concordia.

Allá por el año 1965 ó 1966 desapareció la escuela del pueblo por falta de alumnos y los pocos niños que quedábamos tuvimos que irnos internos a la escuela Hogar de Almazán. Meses muy duros sin poder ver a la familia.

Nódalo aguanta desde hace años el problema de la despoblación. Y digo que la aguanta porque su población, aunque reducida continúa siendo estable. Viven más de los que están empadronados, y otros pernoctando algunos días de la semana, como en cualquier otro pueblo de la pedanía.

Ojalá nuestros responsables municipales  sean capaces de cavilar y cavilar para sacar de la mágica chistera esa solución que haga presagiar un mejor, próspero y halagador futuro.

A la plaza de Nódalo se le otorgó el nombre de Plácido Verde en honor de un sacerdote nacido en 1873 y fusilado en Vicálvaro en 1936, año de comienzo de la Guerra Civil. Actualmente se encuentra en proceso de canonización. 
Nuestra plaza ha sido testigo de numerosos actos celebrados a lo largo de los años. Aquí se celebra la comida de hermandad, la subasta de roscas y las verbenas para San Lorenzo.
Para bailar en la plaza de Nódalo se ha de ser un todoterreno para hacer que no se note su inclinación, se suele acabar con dolor de gemelo, sólo de uno, pero merece la pena.

Y acabo como comencé, tú, que me estás leyendo, seguro que ya has oído hablar de Nódalo, que hace ya no se cuanto tiempo que pasaste por la carretera.

Si quieres corroborar todo lo que te he expuesto, ya sabes, entra, para al lado de la  fuente y echa un trago de agua.

Relájate y date una vuelta por sus calles…

De vez en cuando detén tus pasos y agudiza los oídos, te voy a contar un secreto, a veces, nos susurran al oído historias de nuestras gentes que te dejarán marcado para siempre. 

1 comentario:

Benito dijo...

Gracias a Javier por su colaboración para el programa de fiestas de Camaretas y Golmayo.

Para las próximas fiestas de Golmayo (28-31 Agosto) volverá a mostrar Nódalo a todos los vecinos de Golmayo.Como bien dice por problemas de espacio es imposible insertar todo el documento y el maquetador del programa lo recortó, haciendo alusión al enlace de su blogs para que quien lo desee lo pueda consultar.
Lo dicho, mil gracias Javier por tu colaboración.
Benito Serrano