miércoles, 24 de junio de 2009

Agripina


Estoy triste. Muy apenado. He llamado a mi madre y me ha comentado, llorando, la pérdida de Agripina. Ha muerto. Era una persona simpática, afable, siempre sabiendo estar. Allá donde te la encontraras siempre tenía unas palabras. Un comentario. Una sonrisa. Ése no querer saber nada más de nadie. Esa alegría por percatarse de que todo te iba bien. Era de aquellas personas de las que siempre se podía aprender algo.
Cuando te la tropezabas por Nódalo, con su presencia, llenaba el pueblo.

Estoy mal. Estamos mal. Seguro que desde el más allá estará velando para que a todos nosotros nos vaya mejor, para que esta tristeza que nos embarga, se vea suplida por esos bonitos recuerdos que todos tenemos de ella.

Desde este espacio virtual quiero rendirle este merecido recuerdo. Que sepa que nos encontramos muy afligidos. Que las lágrimas emborronan estas líneas. Que la recordaremos siempre.

Y, como no, queremos acompañar en el dolor a toda su familia. Y en especial a Antonio y a todos sus hijos.

Hasta siempre Agripina.

2 comentarios:

M.Abenito dijo...

En estos momentos de tristeza,por este desgraciado acontecimiento queria agradecer el espacio dedicado y las bonitas palabras a la memoria de Agripina.Muchas gracias

Sandra y Pedro dijo...

Hola, Javier.
Hemos estado unos días de vacaciones, y ahora a la vuelta, estoy poniéndome al día con los blogs de mis amigos y al llegar al tuyo me encuentro con esta triste noticia.
Nosotros tuvimos la suerte de conocer a la señora Agripina y como tu bien dices era una persona especial, encantadora y de la cual guardare siempre un grato recuerdo.
Desde este espacio virtual, quisiera mandaros nuestro más sentido pésame, tanto a ti como a sus familiares y amigos.