sábado, 1 de agosto de 2009

Quietud


He vuelto por Nódalo después de tres meses. Quietud. Demasiada quietud para estar en plena época vacacional. Hace buen día. El sol aploma. Parece que nos está soldando. Nada ha cambiado. Me sorprende ese color verde llamativo que con unos puntitos amarillos rodean todo el pueblo. Son las plantas de girasol, que muchas ya han descabezado. Este año veo que se ha sembrado muy poco cereal y abundan las tierras liegas. Será por el precio del abono. Mal año de codornices.

Voy hasta la fuente a llenar una garrafilla de agua. Las simplonas garrafas han suplantado de todas, al botijo y a la botija de barro que tan bien conservaban el agua. El caño izquierdo echa un hilillo de agua. El derecho menos todavía. Me ha comentado mi padre que lleva sin llover desde Mayo. Me va a costar llenarla pero no tengo nada que hacer.

Una rana emerge de entre los verdes taramocos del pilón. Me ve y se vuelve a sumergir. A su lado una abeja lucha con todas sus fuerzas por no ahogarse. Cojo una ramita y le ayudo a salir. He hecho la buena obra del día. Las avispas son más listas. Se posan con sus amarillas patazas, pero casi nunca se caen al agua.

La garrafa de Montes Pinos todavía va por la mitad. Me aburro. Me sorprende oír por aquí a unos cuantos arrandrajos. Sus graznidos rompen ese sonido monótono del agua. Debe de haber poca por los manantiales próximos al monte para acercarse tanto al pueblo.
Un tábano viene zumbando, planea como un demonio, toca el agua refrescándose y continúa su camino.

La garrafa se acaba de llenar. El agua está muy fría.

Por la calzadilla me llaman la atención unos gladiolos rojos, amarillos y naranjas que rompen con el verde de la huerta de mi padre. Las patatas ya se están agostando. Las del Simón todavía están en flor, seguro que las sembró más tarde.

Me asusta una torda que sale piando de entre las plantas de calabaza del huerto de mi tío Martín.

Allá a la izquierda veo una persona sobre el tejado de la casa de Damián. Se ve que están de obras.

Por fin llego a casa. A ver si se anima pronto el pueblo. La semana que viene ya se celebra San Lorenzo.

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