Correría el año 1965 ó 1966, ha llovido mucho. Por el pueblo ya quedábamos muy pocos niños en edad escolar. En esta fotillo vemos a Pili, la del Paulino, una de las últimas chicas que quedaban por Nódalo, junto a mi hermano Jesús y a mi mismo.
Por falta de materia prima se cerró la escuela y nos enviaron a estudiar a la escuela Hogar de Almazán, internos.
Éramos muy pequeños, no habíamos salido del pueblo y cuando montamos en el coche del Florentino de la Venta Nueva para ir allá, no las teníamos todas con nosotros.
Fueron unos añitos difíciles, no sólo para nosotros sino también para nuestros padres, que nos veían cada tres meses.
1 comentario:
Rediós, ¡qué tiempos aquellos! Las pasábamos putas pero teníamos un par para superarlo, sin traumas ni historias. Igual que ahora, que tenemos a los críos entre algodones.
Yo, quizás lo pasé peor que tú; mis padres iban a verme en Navidad y Semana Santa y solo pasaba un mes con ellos en el pueblo donde entonces vivíamos.
Nos hacemos mayores, tío, cuando empezamos a recordar estas cosas.
Un abrazo.
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