Os cuento una primicia. Me ha contado un pajarito que el alcalde del pueblo estrena bastón de mando. Se ve que el original, ese que ha pasado de mano en mano por los diferentes alcaldes que ha habido en el pueblo en los últimos cien años, se ha perdido y nadie sabe donde ha ido a parar. Y claro un alcalde que se precie ha de tener un buen bastón.
Jesús, su hermano, ha tenido la deferencia de regalárselo según lo que me ha comentado el susodicho gurriato.
Como sé que sois detallistas, os comento que lleva una grabación en la empuñadura muy emotiva, a ver si os fijáis cuando llegue el momento, y me lo comentáis porque yo ya necesito gafas para leer.
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